publicado el 07:34h
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La Cecilia de Allende
Si eres canario o has sido parte de alguna conversación o debate en torno al mojo, sabes que es imposible llegar a un consenso acerca de cuál es el mejor.
Cuando un canario amante del buen comer habla de mojo (o de sancocho, o de gofio, o de unas carajacas), suele tener bien claro cuál es el mejor que ha probado y sobre todo quién lo elabora. Raramente es el de un establecimiento de restauración, dado que estos suelen carecer de ese ‘factor humano’, que convierte un mojo cualquiera en “EL mojo”, el elegido y ubicado en un puesto especial de nuestro paladar y nuestro corazón.